sábado, 27 de febrero de 2016

Cuidar Nuestras Defensas Para Prevenir Enfermedades



Proteger nuestro sistema inmunitario para que nos proteja

Poseer unas defensas corporales en buen estado posee múltiples beneficios, aunque el más evidente es que nos mantiene protegidos del ataque de microorganismos que generan enfermedades.
Por ello, cuidar nuestras defensas debe ser un trabajo de todos los días y que debemos tomar muy en serio.

El Sistema Inmunológico

El sistema inmunológico, básicamente, podría resumirse como una serie de mecanismos, acciones y estructuras propias del cuerpo encargadas de contrarrestar el accionar de microorganismos nocivos que pueden producir enfermedades.

El sistema inmunológico no es estable. Depende en gran medida de cómo favorecemos su desarrollo para que las defensas del cuerpo realmente actúen protegiéndonos. Algunos factores son fundamentales a la hora de alterar el estado del sistema inmunitario. 

Las enfermedades autoinmunes, la edad, la alimentación, el estrés, las drogas, los cambios de temperatura, la carencia de ejercicio o el exceso de él, entre otros, son factores que pueden alterar el sistema inmunológico, debilitándolo y permitiendo que ingresen al cuerpo diferentes microorganismos.

El Sistema Inmunológico Y La Alimentación

Nadie desconoce el rol que desempeña la alimentación en la vida de un ser vivo. En ese sentido, la alimentación también es un factor fundamental a la hora de poseer un sistema inmunitario fuerte, capaz de enfrentar las enfermedades. 

Estudios recientes, han demostrado que las personas con obesidad presentan un sistema inmunológico débil. Esto se produce paralelamente: a medida que aumenta el peso, se deterioran las defensas del cuerpo.

La causa que lleva a que las personas con obesidad o sobrepeso tengan al mismo tiempo una repercusión negativa en las defensas del cuerpo se vincula con la hormona leptina. Esta hormona tiene diferentes funciones, entre las que se destaca, el control sobre la saciedad y la ingesta de alimentos. 

La hormona leptina se produce en el tejido adiposo. En las personas con obesidad puede encontrarse en niveles muy altos, pero posee notables dificultades de funcionamiento.

La hormona leptina también posee una influencia en las respuestas inflamatorias, por lo cual, al incrementarse la respuesta inflamatoria desmedidamente, también se deja más vulnerable el cuerpo a contraer diferentes enfermedades.

Por lo tanto, de lo anterior se extrae una conclusión básica: para aumentar las defensas del organismo debemos alimentarnos correctamente, evitar el sedentarismo que conduce al sobrepeso y practicar una actividad física con regularidad.

Alimentarse bien no debe ser confundida con comer mucho. Alimentarse bien quiere decir comer lo necesario para nuestras demandas orgánicas. Cada cuerpo requiere cierta cantidad de alimentos para satisfacer las exigencias diarias. 

Esta alimentación debe ser variada y rica en todos los nutrientes: carbohidratos, proteínas, minerales, grasas saludables, vitaminas, fibras. Solo una dieta variada dará como resultado un cuerpo equilibrado capaz de hacer funcionar las defensas para protegernos de enfermedades.

Una alimentación que contiene muchas grasas posiblemente sea una de las formas más negativas de tratar nuestro sistema inmunitario, puesto que las grasas deterioran las defensas del cuerpo. Sin embargo, debemos tener en cuenta que no se trata solo de cuánto comemos, sino de la calidad de lo que comemos. El origen de las grasas, así como de cualquier alimento, es fundamental para saber el impacto que tendrán en nuestro organismo.

Las grasas, por caso, en lo posible que siempre sean monoinsaturadas. Éstas grasas las encontramos en los pescados azules, en los frutos secos, en los aceites vegetales como de oliva. El yogur de kéfir es conocido por sus cualidades beneficiosas para el organismo y las defensas. Muchas personas luego de consumir yogur a diario logran aumentar notablemente sus defensas.

El caso de los hidratos de carbono es similar. Los hidratos de carbono pueden ser simples y complejos, sin embargo, si lo que requerimos es energía, siempre se recomienda consumir hidratos de carbono complejos que poseen además de energía, otros nutrientes esenciales. Los hidratos de carbono simples aportan poco valor a nuestra dieta y se sugiere consumirlos en pequeñas cantidades.

Nutrientes Que Ayuda A Aumentar El Sistema Inmunitario

Las vitaminas


  • Vitamina C: la vitamina C contribuye a mejorar los estados gripales y resfríos. Encontramos vitamina C en los cítricos, las fresas, el melón, etc.
  • Vitamina A: la vitamina A es útil para controlar las infecciones en las mucusas. Podemos hallar vitamina A en los lácteos, en los huevos, en el hígado, etc.
  • Vitamina E: la vitamina E está relacionada directamente con el accionar del sistema inmunológico. Encontramos vitamina E en los cereales integrales, en vegetales de hoja verde, en frutos secos, etc.

Los minerales


  • Los minerales también son esenciales para el buen funcionamiento del organismo. Para mantener unas defensas saludables son de especial importancia el hierro, el Zinc y el Selenio.

Descanso y defensas


Durante el período de sueño se ha comprobado que el cuerpo realiza acciones destinadas a la recomposición de los daños. Si no descansas lo suficiente, el organismo no podrá realizar todas estas acciones destinadas a reponer nuestro cuerpo. Se recomienda dormir entre 6 a 8 horas al día.

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